“Ellos cuando eran colonia portuguesa tenían los tomates, por ejemplo, prohibidos por consumir. Los colonizadores les decían que aquello no era bueno para los negros y entonces fueron perdiendo este tipo de cultivo. Ahora había formadores que les hacían ver que no era una cosa mala, todo lo contrario, el cuerpo necesita este tipo de alimentación”.

Maite Ventura, participante de una brigada en Mozambique